jueves, 20 de octubre de 2011

Un acusado admitió que durante la última dictadura funcionó en el Hospital Posadas, un centro clandestino de detención

Con la intención de despegarse de los cargos en su contra, el ex brigadier Hipólito Rafael Mariani confirmó ayer la existencia del centro clandestino El Chalet. Fue en el inicio del juicio por la represión en el Hospital Posadas, que tiene cuatro acusados.

En su intento por despegarse de los delitos que se le imputan, el ex brigadier Hipólito Rafael Mariani confirmó ayer la existencia del centro clandestino El Chalet, que funcionó en el predio del Hospital Posadas. El oficial de la Fuerza Aérea, quien ya fue condenado como responsable de secuestros, torturas y asesinatos en Mansión Seré, fue el único de los cuatro acusados que aceptó prestar declaración indagatoria, ante una sala repleta en el subsuelo de los tribunales de Comodoro Py. Por guardar silencio optaron el último dictador, Reynaldo Benito Bignone, y los civiles Luis Muiña y Argentinos, únicos ex miembros del denominado “grupo Swat” que llegaron vivos el juicio. Mientras Mariani aseguraba que ordenó detener a los represores al asumir como jefe de la Brigada Aérea de Palomar, en enero de 1977, Ríos sufrió un dolor en el pecho y debió abandonar los tribunales de Retiro en ambulancia. El proceso oral y público ante el Tribunal Oral Federal Nº 2 continuará hoy a las 14.

El juicio por delitos de lesa humanidad en el Hospital Posadas se inició ayer, luego de dos postergaciones y a casi tres años desde que el juez Daniel Rafecas concluyera la instrucción de la causa. La audiencia comenzó con la lectura de elevación, en la que se resumen los hechos y las acusaciones, y al mediodía los jueces les dieron la palabra a los represores. Bignone, de 83 años, ex delegado de la Junta Militar en el área de Bienestar Social, pasó al frente caminando con bastón sólo para dejar en claro que no iba a declarar. Ríos, de 66 años, que se ganó algunos gritos de “cobarde” cuando entró a la sala con muletas, se limitó a dar sus datos personales, igual que Muiña, de 57 años.

Mariani, de 84 años, reiteró el discurso con el que intentó defenderse durante las indagatorias de los últimos años. Dijo que en enero de 1977 supo “por un anónimo” de la existencia de un grupo parapolicial “al que llamaban Swat”, que hacía “ostentación visible de armas y perturbaba la tranquilidad del hospital” y que “respondía al entonces director del hospital, coronel (médico Julio) Estévez”. “Intenté morigerar la actuación de ellos, pero dijeron que tenían sus propias órdenes a las que atenerse y entonces ordené la detención de todos y los entregué a Inteligencia de la Fuerza Aérea”, declaró Mariani. Aseguró que, una vez trasladados a Palomar, ordenó liberar a todas los cautivos de El Chalet. “No tuve absolutamente nada que ver con ese tema”, intentó defenderse el militar, que a su manera confirmó la existencia del centro de detención en un área militar que el Ejército había delegado a la Fuerza Aérea y que a pesar de múltiples evidencias niega la existencia de detenidos en la base de El Palomar, unidad militar desde la que también partieron vuelos de la muerte, según la investigación del fiscal federal Federico Delgado.

Las certezas de Mariani, igual que en la etapa de instrucción, comenzaron a diluirse ante las preguntas de los fiscales federales Javier de Luca y Guillermo Silva. Indagado sobre el destino de los miembros del grupo de tareas que operaba en El Chalet, el ex brigadier dijo ignorarlo. Sobre los secuestrados, respondió de forma ambigua, invocando la falta de memoria que achaca a sus 84 abriles. “Se los mandó a su casa”, sugirió, aunque dijo ignorar los más elementales pormenores de las supuestas liberaciones. Mariani también insistió sobre una supuesta “confusión histórica” respecto de la orden de operaciones Provincia 2/76, por la cual la Fuerza Aérea se hizo cargo de la “lucha contra la subversión” en la subzona militar 16, que abarcó los partidos de Merlo, Moreno y Morón. El condenado octogenario niega esa delegación de funciones, por la cual incluso las comisarías bonaerenses quedaron bajo su jurisdicción.

El juicio ante el tribunal que integran Pablo Bertuzzi, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini continuará hoy con la declaración testimonial del Cristina Pfluger, integrante de la Comisión de Derechos Humanos por la Memoria, la Verdad y la Justicia del Hospital Posadas, que tiene a su cargo actualmente la muestra permanente Construyendo Memoria en el Hospital Posadas. La comisión se reúne en el aula “Los Compañeros” de la Escuela de Enfermería, que desde 1999 y con el lema “Por una enfermería con compromiso social” funciona en la casa de dos pisos donde hace 35 se instaló el centro clandestino El Chalet.

Bignone se negó a declarar en el inicio del juicio por secuestros y desapariciones en el Posadas

El ex dictador Reynaldo Bignone se negó a declarar en el inicio del juicio oral por privaciones ilegales de la libertad y tormentos ocurridos en el hospital público Alejandro Posadas durante la última dictadura.

Bignone pasó al banquillo de los acusados tras la lectura de los requerimientos de elevación a juicio y se negó a declarar al igual que otro acusado, Argentino Ríos, mientras que sí lo hizo el ex brigadier Hipólito Mariani.

El procesado admitió que existió en el Posadas, ubicado en la localidad bonaerense de Haedo Norte, un grupo "al que llamaban Swat" con "ostentación visible de armas" y que "respondía al entonces director del hospital, coronel Estevez".

"Intenté morigerar la actuación de ellos pero dijeron que tenían sus propias órdenes a las que atenerse y entonces ordené la detención de todos y los entregué a Inteligencia de la Fuerza Aérea", aseguró Mariani, quien dijo además que liberó a todos los que estaban cautivos en la casa conocida como "El chalet", centro clandestino de detención que funcionó en el hospital.

Junto a Bignone, el Tribunal Oral Federal 2 inició el juicio contra el ex brigadier Mariani, de 84 años, y dos integrantes de un grupo parapolicial que funcionó en el hospital de Haedo secuestrando y torturando médicos, enfermeras y empleados.

Se trata de Luis Muiña, de 57 años y Argentino Ríos, de 66 años, únicos sobrevivientes del grupo que en el hospital se conoció como "Swat", creado por uno de sus directores militares.

Mientras comenzaba el juicio, organismos de derechos humanos junto a sobrevivientes y familiares de víctimas del Posadas realizaron un acto frente a los tribunales federales de Retiro en Comodoro Py 2002.

El hospital Posadas sufrió la "feroz y desnuda represión ejecutada por quienes usurparon el poder", consignó la fiscalía en el requerimiento de elevación a juicio leído este jueves.

Bignone, de 83 años, ya acumula dos condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad y es juzgado ahora por 16 casos de privaciones ilegales de la libertad agravada, en su mayoría de médicos del centro asistencial retenidos durante varias horas en los días siguientes al golpe militar del 24 de marzo de 1976.

El entonces delegado de la Junta Militar en Bienestar Social arribó al hospital en Martínez de Hoz y Marconi de Haedo Norte el domingo 28 de marzo de ese año en un operativo militar que derivó en la intervención.

Según la acusación fiscal, comenzó entonces una etapa de "detenciones anómalas" de profesionales basados en informes de inteligencia del Batallón 601 del Ejército para supuestamente "descubrir actividades subversivas".

El 14 de abril de 1976 el entonces interventor ya fallecido, coronel médico Julio Estevez, pide la creación de un cuerpo de seguridad de 20 miembros, que inició una segunda etapa de represión ilegal en el hospital con secuestros y torturas en una casa ubicada en el predio, conocida como "El Chalet".

El grupo parapolicial fue bautizado como "SWAT" por los empleados del hospital y secuestraba en base a "listas previamente confeccionadas" para torturar en la que fue la casa del director del hospital destituido tras el golpe.

Las torturas se disimulaban con música "a alto volumen", apuntó la fiscalía sobre lo hecho por los acusados Muiña y Rios, quien entró a la sala de audiencias usando bastones y fue repudiado por el público bajo los gritos de "cobarde" y "zapato" hasta que el tribunal llamó al orden.

En la platea ubicada en la planta baja del auditorio de los tribunales federales de Retiro se ubicaron sobrevivientes del centro asistencial y familiares de víctimas que permanecen desaparecidas.

A Mariani se le imputa la privación ilegal de la libertad agravada de Gladis Cuervo, una enfermera secuestrada desde el 16 de diciembre de 1976 al 22 de enero de 1977, que ahora es querellante en el juicio y estuvo presente en la apertura del proceso.

La profesional fue llevada al "Chalet" y torturada reiteradamente.

"Tuvo poder decisivo a partir de su posición en el comando de la subzona como jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar" cuando ocurrieron los hechos y esa era la zona física donde se emplazaba el "Chalet", recordó en su requerimiento de elevación a juicio el fiscal de instrucción Federico Delgado.

Muiña y Ríos están acusados de los secuestros y tormentos de víctimas llevadas al "Chalet" entre noviembre de 1976 y enero del 77, cuando el lugar fue desmantelado.

Otro de los casos es el de Jacobo Chester, un médico secuestrado en su casa de Haedo el 26 de noviembre de 1976, trasladado al "Chalet" dentro del Posadas, torturado y luego fallecido, aunque su homicidio no forma aún parte de la acusación, algo que se intentará agregar en el debate.

Y también será ventilado lo ocurrido a Jorge Roitman, otro médico del hospital secuestrado en su casa de Ramos Mejía el 2 de diciembre de 1976, llevado al "Chalet" para ser torturado y que permanece desaparecido.

Ríos está procesado además por el secuestro del desaparecido Julio Quiroga, detenido ilegalmente por la "patota" en su casa en Castelar.